Entrevista para alquilar un piso en Alemania

18/05/2013 Desactivado Por Manuel

Además de las entrevistas de trabajo hay otro tipo de entrevistas que debemos tener muy en cuenta si queremos irnos a Alemania a labrarnos un futuro. Porque antes incluso de encontrar trabajo seguramente debamos encontrar un sitio donde vivir, ya sea un hermoso piso completo en pleno centro de una gran ciudad o una pequeña habitación en un piso compartido en las afueras. Sea como sea, encontrar un piso o habitación para alquilar es uno de los primeros quebraderos de cabeza que todo el mundo tiene en Alemania.

Y ya no solo por el tiempo que se «pierde» en buscarlo, sino por lo complicado que es encajar en la idea que el dueño tenga de la persona a la que quiere alquilar, y que el piso a la vez nos guste. Esto segundo será muy relativo, ya que al final seguramente acabemos escogiendo el piso que más nos guste de los que hayamos visto, y en pocas ocasiones se parecerá al piso perfecto que teníamos en mente. En cuanto a encajar en la idea del dueño, siempre podemos hacer lo posible por caerle bien y mostrarnos como unos futuros alquilados serios y responsables. En Alemania este aspecto se mira con lupa, y más si somos extranjeros. No es racismo ni nada de eso, simplemente desconfían por naturaleza, y tienen que estar muy seguros a la hora de alquilar a cualquiera.

De hecho, además de los requisitos usuales, como la fianza (que suele equivaler al alquiler neto por tres meses) o la necesidad de tener una cuenta bancaria en Alemania, los caseros o dueños del piso en cuestión normalmente realizarán una entrevista al posible inquilino, en la que le preguntarán por varias cosas, desde su trabajo y aficiones hasta el tiempo que piensa estar en el apartamento. Este tipo de entrevistas pueden ser más o menos largas y profundas dependiendo del tipo de casero que nos toque, pero debemos ir bien preparados para causar una buena impresión y ser elegidos por él como inquilinos para su apartamento.

Cómo preparar una entrevista con el casero

Lo primero es, evidentemente, localizar un anuncio que nos guste, tanto por el precio como por la zona, las fotos que veamos del piso y demás. Si el anuncio cuenta con un correo electrónico además del usual teléfono de contacto, podemos enviar al casero una carta de presentación (en alemán, evidentemente), no demasiado largo, nunca más de un folio, en la que nos presentemos brevemente y expongamos porqué queremos vivir en ese piso o apartamento. Esto puede facilitar mucho las cosas a la hora de pasar un «primer corte», sabiendo ya que el casero ve cosas interesantes en nosotros.

Cuando lleguemos a la entrevista, usualmente estaremos solos con los dueños, que nos mostrarán el apartamento, y nos harán una serie de preguntas. Debemos ser naturales y tratar de contestar de forma espontánea, aunque se entiende que si no somos alemanes llevemos algunas respuestas preparadas, las más típicas. De esa misma forma, no debemos parecer cerrados o demasiado tímidos. Hemos de mostrarnos tal y como somos para que el arrendatario tenga una idea real de la persona que va a vivir allí. si tenemos suerte, seguramente nos veamos en más de una ocasión, y entonces será problemático haber dado una falsa primera impresión para «gustar más».

Da muy buena impresión el dejar el tema económico para el final del todo, como si fuese lo más secundario. Una vez que estemos de acuerdo en quedarnos con el piso y hayamos convencido al arrendatario, seguro que podemos llegar a un acuerdo económico con él, siempre teniendo como referencia el precio que haya puesto en el anuncio que nos ha llevado hasta el piso.

Normas y consejos para mantener la paz con nuestros vecinos

Una vez que hayamos logrado encontrar piso y estemos ya instalados, debemos tener en cuenta varios aspectos para llevarnos bien con nuestro entorno. Una buena relación los vecinos es importante para arraigarnos en el edificio y darle al casero razones para confiar en nosotros. Tampoco tenemos que ser superamigos de todos, simplemente una relación, cordial y correcta, siguiendo además estos consejos:

  • Ruido: A los alemanes les desespera escuchar ruidos a horas «intempestivas», por lo que debemos tener mucho cuidado. A partir de las 11 de la noche no se podrá molestar a los vecinos con fuertes ruidos, porque a la más mínima pueden incluso llamar a la policía. Evidentemente, esto puede variar porque no es lo mismo vivir en un edificio donde todos los inquilinos sean estudiantes y jóvenes a otro en el que solo haya personas mayores.
  • Reciclaje: El reciclaje es muy importante en Alemania y todos lo llevan a rajatabla. En el edificio (o muy cerca) encontraremos cuatro contenedores separados para echar en cada uno de ellos los diferentes materiales inservibles. Debemos cumplir con esta buena práctica, ya no solo por ser positiva para el medio ambiente, sino porque los propios vecinos se pueden molestar bastante si no lo hacemos.
  • Muebles: En muchos casos, los pisos alemanes están sin amueblar, o con muy pocos muebles, ya que los germanos suelen mudarse a menudo y se llevan sus cosas con ellos. Por eso debemos tener muy en cuenta este aspecto a la hora de entrar a un piso, ya que tendremos que hacer un esfuerzo económico extra para la compra de muebles en caso de que no tengamos, o el alquiler del piso será más alto si está amueblado, obviamente.

 

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