El Círculo Goseck, el Stonehenge alemán

El Círculo Goseck, el Stonehenge alemán

09/10/2012 Desactivado Por Manuel

El Círculo de Goseck en Alemania

Stonehenge puede ser posiblemente el monumento prehistórico más conocido del mundo. Una sucesión de dólmenes que sirvió hace miles de años como calendario solar y lunar, y también como sitio para enterramientos, dejando claro que nuestros antepasados tenían consciencia de la muerte y de lo que podía haber más allá de ella, así como del cielo, de las estrellas y de sus movimientos. Tal vez Stonehenge sea el más conocido, pero no es el único y mucho menos el más antiguo. Ese honor lo ostenta el Círculo Goseck, en pleno corazón de Alemania, un observatorio solar de más de 7.000 años de antigüedad.

Dónde se encuentra el Círculo de Goseck

Este singular «monumento» se encuentra muy cerca de la ciudad de Goseck, en una meseta sobre el valle de Saale, situado en la región alemana de Sajonia-Anhalt. Está compuesto por una serie de circunferencias en la tierra, rodeadas de empalizadas de madera que se han reconstruido a lo largo de estos miles de años para mantenerlas, y un gran montículo de tierra en el centro. Cada empalizada posee tres curiosas aberturas o puertas, una en dirección norte, otra en dirección sudeste, y otra en dirección suroeste. Los estudiosos afirman que estas dos últimas puertas pueden corresponder con la salida y la puesta del sol en el solsticio de Invierno.

Para qué se usaba el Cículo de Goseck?

Como muchos de ustedes sabrán, el solsticio de Invierno era una de las fiestas sagradas de los paganos, mucho antes de que el cristianismo o ninguna otra religión monoteísta llegase a Europa. En este sentido, el solsticio de Invierno suponía un punto de inflexión tanto en la naturaleza como en la propia posición de los astros. Es por eso que los antiguos pueblos centroeuropeos lo tenían muy en cuenta, y más tarde, los cristianos aprovecharon esa celebración para hacerla coincidir con el nacimiento de Jesús, su Mesías, y así cristianizar una de las principales fiestas paganas que existían.

De aquí se puede entender que los antiguos habitantes de Alemania en el Neolítico tenían la «necesidad» de calcular la posición solar en cada momento, para lo que construyeron este primitivo calendario que es el Círculo Goseck. Todas las teorías apuntan a esta dirección, reforzada por el conocimiento del «culto al sol» que en estos tiempos se daba en gran parte de esa zona, y que posiblemente condujo a los habitantes de Goseck a realizar esta magna obra, mucho más precisa de lo muchos imaginarían.

Las gentes del Neolítico que construyeron el Círculo Goseck sabían perfectamente lo que estaban haciendo, y sus cálculos, basados en el movimiento de las estrellas y demás astros, eran más precisos de lo que los científicos creían. El propio círculo es una prueba fehaciente de ello, y de cómo estos antepasados nuestros utilizaban estos rudimentarios y enormes calendarios para celebrar sus ritos y cultos sagrados, siempre relacionados con los astros o con la naturaleza. De esta forma, el círculo Goseck está relacionado directamente con las más profundas creencias de estos primeros habitantes de Alemania, y anticipa ya por miles de años a los calendarios que conocemos actualmente, basándose en la posición de los astros en cada momento.

De ahí que el Círculo Goseck esté rodeado de tanto misterio y sea tan importante para comprender como se iniciaron los ritos y cultos en nuestro continente, ya que parece ser que este monumento representaba uno de los primeros lugares de culto propiamente dichos de Europa. Y si hablamos de culto y de Neolítico, lo primero que se nos puede venir a la cabeza es que incluso se realizaran sacrificios humanos en este sitio. De hecho, varias expediciones de arqueólogos han encontrado huesos humanos en los alrededores de las empalizadas, lo que daría crédito a la teoría de los sacrificios, si bien este punto no está confirmado.

Otros fines del observatorio del Círculo de Goseck

Además de medir el tiempo para la realización de los cultos, el calendario primitivo era fundamental también para la supervivencia de las tribus en aquellos días, puesto que les permitía calcular también el tiempo para la siembra y la cosecha de los alimentos con los que debían subsistir. Esto es una de las funciones más comunes que tenían este tipo de círculos. Porque el Círculo Goseck no es único  en su especie, sino que hay más, muchos más en toda Europa. Se habla de unos 200. Pero ninguno se ha conservado mejor que éste, y tampoco se ha visto en ninguno una función astronómica tan clara como en el círculo alemán.

El Círculo Goseck supone una de las primeras muestras de auténtica sabiduría del hombre europeo moderno. Estamos hablando de un calendario que data del 4.900 a.C., mucho antes de Stonehenge, y que ya nos muestra a las claras que estos hombres sabían calcular de forma bastante precisa el tiempo gracias a la construcción de estos grandes y primitivos calendarios, que les servían además como lugares de culto para sus ritos. Una auténtica maravilla del progreso del ser humano, situada en pleno corazón de Alemania, que no debéis dejar de visitar si estáis por la zona.

Imágenes del Círculo de Goseck

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