El canciller alemán, Olaf Scholz, tiene nuevos planes en mente para un freno rápido sobre el aumento en el precio de la electricidad, luego de presentar el pasado domingo una especie de subsidio para que los ciudadanos y las empresas puedan hacerle frente a la inflación y la energía. El gobierno alemán tiene planeado realizar el pago de casi 13.000 millones de euros sobre las tarifas de red, las cuales han sido cobradas por las diversas empresas de transmisión de alto voltaje.
Los mandatarios alemanes están dispuestos a ayudar a los ciudadanos ya las grandes, medianas y pequeñas empresas a pasar este oscuro invierno. Cabe recordar que los precios de la electricidad y el gas se han elevado de manera exponencial, afectando cada vez más el bolsillo de sus pobladores. Es de esta manera que se plantea realizar un nuevo paquete de ayuda para los ciudadanos y las empresas, además de desplazar el apoyo sobre la energía renovable.
Las TSO, empresas operadoras de sistemas de transmisión, se encargaron de elevar las tarifas de la red de energía de 3,12 céntimos por kilovatio a 3, 12 céntimos por kilovatio. Es de esta manera que gracias al subsidio las empresas y hogares privados, tendrán la posibilidad de adquirir electricidad a un precio reducido. Sin embargo, si se pretende generar un consumo extra, deberá ser adquirido al precio del mercado. Se trata de una medida que busca aliviar económicamente el bolsillo de los consumidores, además de servir como un referente para el futuro ahorro de la energía.
Precios altos de la energía amenazan con recesión alemana para el 2023
Luego de los altos precios de la energía, la producción industrial alemana ha decaído en los últimos meses, obligando a muchas empresas a cerrar sus fábricas y generando escasez de diversos productos. La industria alemana venía poco a poco recuperándose luego del duro golpe que generó el COVID-19, sin embargo una nueva crisis resurgió con el desarrollo de la invasión rusa de Ucrania.
La economía alemana se encuentra en un lento deslizamiento hacia la recesión, según lo analiza Carsten Brzeski, Director Global de Macro de ING. Afirma que poco a poco se está generando un debilitamiento en la industria alemana, debido al aumento de los precios de la electricidad y del gas. También explica que las verdaderas consecuencias podrán verse hasta mediados del año que viene.
En este mismo sentido, los encargados del índice de precios al consumidor en Alemania, anunciaron que se registró un aumento de la inflación del 10%, siendo este número el más elevado desde la Segunda Guerra Mundial. Todos estos elementos, anuncian que Alemania no podrá escapar de la próxima recesión en este 2023, ya que el precio de los alimentos y la energía seguirán en aumento y los ciudadanos cada vez tendrán mayor pérdida en la capacidad de compra. A fin de cuentas, el gobierno alemán se mantiene con mente positiva, generando un sinfín de planes para compensar el impacto de esta crisis.
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