Qué ver en Viena
Qué ver en Viena: Viena no es solo una de las principales urbes de Europa, sino también una de las ciudades más bonitas del mundo. Elegante, sofisticada y, al mismo tiempo, enormemente moderna, en Viena te sentirás como si estuvieras caminando por una ciudad de ensueño.
Además, la capital de Austria tiene cientos de lugares maravillosos por descubrir y experimentar, hasta el punto de que necesitarías varios años para verlos todos. Pero, si vas a visitar esta increíble capital, te recomendamos que no dejes de ver los siguientes monumentos. ¡No te arrepentirás!
En este artículo...
Palacios
Hofburg
Si hay un lugar emblemático de Viena, este es el Hofburg. Este increíble complejo fue la residencia oficial de los emperadores de la dinastía Habsburgo desde los inicios de la Edad Moderna hasta el siglo XX.
Reformado casi por completo por el emperador Francisco José I durante el siglo XIX, actualmente incluye multitud de edificios, pero la parte más conocida del Hofburg son los Apartamentos Imperiales, que incluye una visita a las habitaciones de la familia imperial tal y como estaban cuando los emblemáticos emperadores Francisco José I y Sissí vivían allí. También se puede visitar, junto con estos apartamentos, el museo Sissí, dedicado exclusivamente a la figura de la mítica emperatriz y donde se exponen retratos, vestidos y todo tipo de objetos personales de la emperatriz.
Pero el complejo del Hofburg ofrece mucho más a sus visitantes, como la impresionante Escuela Española de Equitación, la Prunksaal o Sala de Gala de la impresionante Biblioteca Nacional de Austria, la Augustinenkirche o Iglesia de los Agustinos, y la impresionante Schatzkammer o Sala del Tesoro, donde puedes ver algunos de los objetos más preciados que acumuló la familia imperial a lo largo de los siglos. ¡Toda una maravilla digna de admiración!
Artículo principal sobre el Palacio de Hofburg en Viena
Palacio de Schönbrunn
El impresionante complejo de Schönbrunn era la residencia veraniega de los emperadores. Reconstruido por el emperador Leopoldo I tras el asedio de Viena por los turcos en 1683, fue totalmente reformado por la emperatriz María Teresa y uno de los palacios preferidos del emperador Francisco José I, que murió aquí en 1916.
Se pueden ver 40 habitaciones de las más de 1.000 que componían este palacio, entre las que destacan el Salón de Laca Antigua y la impresionante Gran Galería. Pero lo que más atrae la atención de sus visitantes son sus magníficos jardines, dominados por una espectacular fuente monumental dedicada a Neptuno, desde la que se puede caminar hasta una Glorieta donde se tiene una magnífica visión de todo el complejo.
Dentro de estos jardines se esconden maravillosas sorpresas, entre ellas el Zoo más antiguo del mundo, un Laberinto muy especial, y una casa de las Palmeras muy especial, entre otros rincones que fueron la admiración de la corte imperial en el pasado. ¡Si puedes, no te lo pierdas!
El palacio del Belvedere
Uno de los monumentos más famosos y apreciados de Viena es el palacio del Belvedere. Construido a principios del siglo XVIII por indicación del exitoso general y mecenas Eugenio de Saboya está, en realidad, compuesto por dos estructuras diferentes, unidas por un precioso jardín escalonado.
Ambos edificios tienen una preciosa arquitectura barroca, pero destacan sobre todo por las magníficas colecciones de pintura que albergan en su interior. Es particularmente célebre el Belvedere Superior, donde se conservan algunas de las obras más importantes del siglo XIX y principios del siglo XX a nivel mundial, como el famoso cuadro de “El Beso” de Gustav Klimt, o “La muerte y la doncella”, de Egon Schiele, entre otras muchas de periodos artísticos que oscilan entre el gótico medieval hasta el siglo XXI, pasando por el Barroco, la Ilustración, el Romanticismo o el Impresionismo. Así pues, el Belvedere es una cita ineludible para cualquier amante del arte que se encamine a Viena.
Edificios eclesiásticos
La catedral de San Esteban
La catedral de San Esteban o Stephansdom es el edificio eclesiástico más importante de Viena y, junto con el Hofburg, su monumento más característico. Esta impresionante catedral gótica data del siglo XIV, pero ha sido reconstruida y modificada varias veces en los siglos posteriores.
En su interior, se exponen maravillosas obras de arte y guarda impresionantes secretos, entre ellos un precioso altar barroco, una bóveda gótica y las impresionantes catacumbas, entre muchos otros detalles. También destaca su llamativa Torre Sur, conocida por la población como Steffl, a donde se puede subir para disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad que se pueden ver desde su tejado, compuesto por losetas multicolores. Una visita esencial para todas las personas que se acerquen por primera vez a la ciudad imperial.
Karlskirche
La Karlskirche o Iglesia de San Carlos Borromeo no solo es uno de los edificios más bonitos de toda Viena, sino que está considerado como uno de los más espectaculares de todo el continente. Esta preciosa iglesia barroca fue construida durante la primera mitad del siglo XVIII y se alza en medio de la plaza que lleva su nombre flanqueado por dos columnas repletas de relieves que imitan la famosa columna de Trajano de Roma.
Pero por muy impresionante que sea su exterior, su interior es aún más espectacular. En él destaca la impresionante cúpula con frescos de estilo barroco que representan la vida de San Carlos Borromeo, el santo patrón de la iglesia, aunque no es la única obra magna que se oculta en su interior. Y, además, la cúpula nos deja a sus visitantes una última delicia: se puede subir a ella para apreciar de cerca esta magnífica obra y, también, una genial vista panorámica de la ciudad.
Iglesia de los Capuchinos de Viena
La iglesia de los Capuchinos de Viena no se suele encontrar entre las listas de las más impresionantes de la ciudad. Pero su atractivo no se esconde en el edificio sagrado en sí, sino en su cripta, conocida como la Kapuzinergruft o Kaisergruft, donde se encuentran enterrados los cuerpos de la inmensa mayoría de los emperadores, sus esposas y muchos de sus familiares.
En este peculiar lugar se pueden ver los sepulcros de cientos de miembros de la familia imperial desde el siglo XVII hasta el nuevo milenio, muchos de ellos profusamente decorados y otros llenos de símbolos, inscripciones y decoraciones repletas de historia. Si quieres sumergirte totalmente en la historia de la familia real, este rincón de Viena tan sumamente único es tu mejor opción.
Iglesia de los Jesuitas
La ciudad de Viena tiene una gran cantidad de iglesias de gran belleza, como la iglesia de San Pedro, la iglesia de San Miguel o la iglesia de San Francisco de Asís, una que no te puedes perder es la de los Jesuitas. Conocida como la Jesuitenkirche, se encuentra en el centro de Viena y, aunque su exterior no parece en exceso impresionante, su interior te dejará sin respiración.
Construida en el siglo XVII, es una de las principales expresiones del estilo más impresionante del barroco centroeuropeo. La poderosa orden de los Jesuitas, de gran relevancia en los territorios de los Habsburgo imperiales, decoró la iglesia de la capital con una riquísima composición creada a base de frescos, trampantojos, pinturas y ricos elementos como columnas de mármol, cuya magnificencia es imposible de describir con palabras. ¡Tendrás que verla por ti mismo!
Museos
Kunthistorisches Museum
El Museo de Historia del Arte es, sin duda alguna, el museo más importante de esta ciudad plagada de ellos. Se encuentra en la emblemática Ringstrasse, cerca del Hofburg, su edificio forma conjunto con el Museo de Historia Natural, que se encuentra directamente enfrente de él. En su interior se conservan las obras de arte que compusieron las ricas colecciones artísticas de los Habsburgo, en la que se encontraban cuadros de Velázquez, Rafael, Durero o Brueghel.
Sin embargo, entre sus paredes también se puede disfrutar de una impresionante colección de arte egipcio, romano y griego, así como una imponente colección de monedas, esculturas y joyas. La colección de arte que se conserva en el Kunsthistorisches Museum de Viena es una de las más importantes del mundo, por lo que no puedes dejar de visitarla. ¡Y, cuando lo hagas, no dejes de mirar al techo, pues en su decoración colaboraron algunos de los artistas más importantes del siglo XIX, como Munkácsy o el mismo Klimt!
Albertina
El museo de la Albertina es una mezcla realmente maravillosa de palacio y museo. Creado originariamente como un palacio cerca del Hofburg como hogar para la pareja formada por María Cristina de Austria, hija de la emperatriz María Teresa, y su marido, Alberto de Sajonia Teschen, que le da nombre, fue reformado a principios del siglo XIX para albergar y exponer la maravillosa colección de arte que este mecenas dejó tras de sí después de su muerte sin hijos.
Actualmente, tiene el honor de tener la mayor colección de arte gráfico del mundo que abarca prácticamente toda la Edad Moderna y Contemporánea, pues expone desde grabados de Da Vinci y Durero hasta obras de Andy Warhol. Por lo tanto, si quieres disfrutar de obras tan impresionantes como la famosa “Liebre” de Durero, no te puedes dejar pasar la oportunidad de visitar la Albertina.
Barrio de los Museos
Muy cerca del Kunsthistorisches Museum y del Museo de Historia Natural se encuentra el conocido como MuseumsQuartier o Barrio de los Museos. Está compuesto principalmente por la Kunsthalle, el Museo de Arte Moderno y el Museo Leopold, aunque alberga en su interior más de sesenta instituciones culturales de distinta naturaleza.
Considerado como uno de los focos artísticos y culturales más modernos de Viena, es un lugar donde se puede disfrutar de algunas de las obras de arte de fin de siglo, vanguardista y contemporáneo más importantes de toda Austria. Si te gusta el arte contemporáneo más puntero y disfrutar en vivo de las últimas tendencias artísticas, entonces no puedes dejar de acudir al MuseumsQuartier.
Monumentos y paseos al aire libre
Rathaus
El Ayuntamiento de Viena es un espectacular edificio neogótico que fue construido a finales del siglo XIX imitando los impresionantes edificios del gótico alemán. Actualmente es uno de los edificios más bonitos de Viena, que se ilumina de una manera magnífica por las noches y se decora de manera especial durante las principales fiestas del país, especialmente durante las Navidades.
La plaza que se alza frente al Ayuntamiento siempre es un centro de reunión social, donde nunca faltan actividades por hacer y entre las que destacan el mercadillo de Navidad más importante de Viena, que allí se celebra, y el popular cine de verano que se instala en sus alrededores durante los meses estivales. ¡No dejes de fijarte en él!
Parlamento
El edificio del Parlamento, situado muy cerca del Ayuntamiento, contrasta y forma conjunto con él, pues ambos constituyen dos caras de la misma moneda. Mientras que el Ayuntamiento buscó su diseño en el neogótico, el Parlamento mira al pasado idealizado de Grecia y Roma para crear un magnífico edificio historicista que se asemeja al Partenón de Atenas.
Inaugurado a finales del siglo XIX, este edificio de inspiración clásica fue creado utilizando materiales de todos los rincones del entonces Imperio austro-húngaro, para simbolizar la unión de todas sus tierras. No dejes de disfrutar de su impresionante exterior mientras paseas por el icónico centro de Viena.
Edificio de la Secesión
Este simbólico edificio de Viena, fácilmente reconocible gracias a su cúpula de hojas de laurel dorada, se convirtió en los años finales del siglo XIX y los primeros de la siguiente centuria en un desafío al arte tradicional. Centro artístico de los punteros artistas de la época, destaca todavía hoy por su arquitectura exterior, pero también por los frescos pintados por Klimt que se conservan en su interior, inspirados en la Novena Sinfonía de Beethoven. Así pues, este edificio no puede faltar en la lista de visitas de ningún aficionado al arte contemporáneo que se precie.
Stadtspark
El Stadtpark o parque de la Ciudad, es uno de los parques más antiguos de la capital imperial. Diseñado al estilo inglés, tiene más de 65.000 metros cuadrados de zonas verdes donde se pueden encontrar grandes tesoros inesperados. Entre ellos destaca una de las imágenes más emblemáticas de Viena, la estatua dorada de Johann Strauss, uno de los compositores vieneses más queridos por los habitantes de la ciudad.
Pero no es el único rincón por descubrir de este emblemático parque, que también oculta monumentos dedicados a otros grandes compositores de la Historia de la Música o edificios muy curiosos como el Kursalon. Una opción ideal para disfrutar de otra versión de la ciudad, algo alejada de las imágenes más habituales de esta gran urbe.
Prater
Una excursión al Prater nunca puede faltar en una visita a Viena. El Prater constituye la zona que ocupaba un antiguo coto de caza imperial, que fue abierto al público en el siglo XVIII. Aunque está compuesto por varias partes, la más llamativa y conocida está constituida por un tradicional y maravilloso parque de atracciones.
El acceso al parque es público y sólo tienes que pagar por aquellas atracciones en las que quieres subirte. Hay algunas muy tradicionales, como el clásico tiovivo o Ringelspiel o el tren Liliputbahn, que conviven con otras más modernas, como montañas rusas o atracciones de gravedad cero. Pero su atracción más conocida es la Riesenrad, la noria en funcionamiento más antigua de Europa, que fue inaugurada a finales del siglo XIX. Si visitas Viena, no dejes de montarte en ella. ¡Nunca lo olvidarás!
Ópera
Por último, pero no por ello menos importante, tenemos la famosísima Ópera de Viena. La música es enormemente relevante en Viena y los habitantes de esta ciudad tienen una conexión muy especial con la música clásica. Así pues, la Ópera es uno de los centros culturales de la ciudad más importantes, donde existen representaciones prácticamente todos los días del año y con una gran variedad de precios, para que todo el mundo pueda tener acceso a sus espectáculos.
Este impresionante edificio neorrenacentista fue construido durante la segunda mitad del siglo XIX y actualmente está considerado como uno de los teatros de ópera más prestigiosos y famosos del mundo. Por lo tanto, no dejes de asistir a una representación en ella. ¡Quedarás encantado!
Otros lugares de interés
Viena tiene cientos de sitios por descubrir. En las líneas anteriores sólo hemos resaltado algunos de los más importantes, pero existen muchos más. Por ejemplo, también destacan
- las avenidas comerciales de la Kärtner Strasse y Mariahilferstasse,
- el histórico Barrio Judío, el Volksgarten,
- la Casa-Museo de Mozart,
- el Museo de Historia Natural o
- el Cementerio de Saint Marx, donde se encuentra enterrado Mozart,
entre otros muchos lugares.
¡No dejes escapar la oportunidad de descubrirlos todos!